El embarazo trae muchos cambios en el cuerpo, y con ellos, dolores y molestias que pueden hacer difícil el día a día. Muchas futuras mamás buscan formas seguras y naturales de aliviar el malestar, pero surge una pregunta común:
¿Es seguro recibir ajustes quiroprácticos durante el embarazo?
En este artículo, te explicamos los beneficios del cuidado quiropráctico en el embarazo, cuándo es recomendable y qué precauciones debes tomar.
Sí, el cuidado quiropráctico es seguro para la mayoría de las embarazadas. Los quiroprácticos especializados en cuidado prenatal utilizan técnicas suaves y adaptadas, sin presionar el abdomen y con equipos diseñados para la comodidad de la futura mamá.
Además, la Asociación Americana de Quiropráctica y la Asociación Internacional de Pediatría Quiropráctica respaldan el uso de la quiropráctica en el embarazo como una alternativa natural para aliviar molestias y mejorar el bienestar.
Durante el embarazo, el cuerpo cambia rápidamente, lo que puede generar problemas como dolor lumbar en el embarazo, molestias en la pelvis y tensión en la espalda. Un quiropráctico puede ayudarte a:
Aliviar el dolor lumbar y de caderas. A medida que crece el bebé, la postura cambia y la columna sufre más presión. Un ajuste seguro puede reducir esa carga.
Mejorar la alineación de la pelvis. Esto favorece la correcta posición del bebé y reduce la posibilidad de un parto difícil.
Reducir la presión sobre el nervio ciático. Algunas embarazadas experimentan ciática, un dolor que baja por la pierna debido a la presión en el nervio. Los ajustes pueden aliviar esta molestia.
Disminuir el estrés y mejorar el bienestar general. Mantener la columna alineada ayuda a reducir la tensión muscular y mejora la circulación.
Los ajustes en mujeres embarazadas se hacen con técnicas suaves y seguras, sin riesgo para el bebé. Se utilizan mesas especiales que se ajustan para acomodar la barriga y evitar cualquier presión en el abdomen.
Uno de los métodos más recomendados es el método Webster, una técnica específica para equilibrar la pelvis y optimizar la posición del bebé.
Aunque el cuidado quiropráctico es seguro para la mayoría de las embarazadas, en algunos casos se recomienda consultar con un médico antes de recibir ajustes, por ejemplo en los siguientes casos:
Embarazo de alto riesgo o complicaciones como placenta previa o sangrado.
Si el médico ha recomendado reposo absoluto.
Sí hay dolor abdominal o señales de parto prematuro.
Si estás embarazada y sufres de dolor lumbar, molestias en la cadera o tensión en la espalda, un quiropráctico especializado en embarazo puede ser una gran opción para aliviar el malestar de manera segura y natural.
Recuerda siempre acudir con un profesional con experiencia en ajustes seguros para embarazadas para garantizar tu bienestar y el de tu bebé. Contáctanos aquí.
